En concreto, analizaremos una instalación en la que, de partida, podríamos pensar en la posibilidad de efectuar un cambio de la potencia contratada al alza para evitar el pago de excesos de potencia. En este artículo veremos cómo esta no es siempre la solución para evitar pagos de maxímetro y que a veces puede ser peor el remedio que la enfermedad.
La empresa objeto de estudio, una pequeña fábrica de cerveza de elaboración propia, disponía inicialmente de una tarifa 3.0 A con una potencia contratada de 60 kW para los tres periodos. Podría parecer a priori una buena contratación teniendo en cuenta las cargas existentes en la instalación y sus consumos esperables.
Sin embargo, tras continuas penalizaciones económicas en la factura eléctrica, todo apuntaba a que la potencia a contratar debía ser mayor ya que continuamente se recibían facturas de la comercializadora con penalizaciones por exceso de potencia considerables (en algunos casos, el maxímetro marcaba unos requerimientos de potencia incluso superiores a los 110 kW, un 83 % más que la potencia contratada).
Si no se hubiera monitorizado con SEINON esta instalación, la decisión que se hubiera tomado con las facturas en mano habría sido el efectuar dicha subida de la potencia contratada. Pero al efectuar esta monitorización, pronto se detectó que esa no era la solución al problema. Y aquí está el quid de la cuestión:
Se procedió a analizar el consumo de la instalación mediante el Asesor Energético Virtual en base a valores medidos, obteniendo una primera gráfica muy aclaratoria (hacer click en la figura para ampliar):
La anterior gráfica muestra la potencia de maxímetro que SEINON ha monitorizado para cada uno de los 3 periodos que el cliente tiene en su tarifa eléctrica durante un mes. Como puede observarse con claridad, los mayores picos de potencia se registran en el periodo 2, superando en 7 días distintos la potencia que se tiene contratada (véase la línea horizontal que pinta SEINON en verde y que marca los 60 kW contratados). La clave pasa por ver los motivos que han provocado que esos 7 días tengamos unos requerimientos de potencia superiores (en el día 21 de abril, como puede verse, se alcanzan más de 100 kW de maxímetro). Si pudiéramos atajar o minimizar esos causantes del exceso de potencia en esos días puntuales podríamos evitar el aumento de la contratación de potencia para toda la instalación (y por tanto sobrecostes mes a mes considerables), ya que el resto de días la potencia registrada es aceptable.
Para abordar este asunto, se hizo uso de la monitorización de SEINON para ver qué había pasado exactamente cada uno de esos 7 días, obteniéndose gráficas tan clarificadoras como las siguientes:
En las anteriores gráficas de potencia para los 7 días críticos, se puede observar cómo el exceso de potencia viene propiciado por un consumo puntual durante 15 o 30 minutos en las 24 horas de un día. Como puede verse en cada una de las gráficas, existe a lo sumo un par de picos cuartohorarios cada uno de estos días que rebasan claramente los 60 kW contratados. Esto muestra claramente que la potencia a contratar necesaria para la instalación es mucho menor de lo previsto inicialmente y que esos picos de consumo se deben a que alguna carga existente en la instalación los provoca.
Téngase en cuenta que a la hora de facturar la potencia del mes, para esta tarifa eléctrica 3.0 A, la comercializadora eléctrica no tendrá en cuenta si se ha hecho uso de la potencia registrada por el maxímetro durante todo el mes o si se trata de consumos muy puntuales como es el caso. Así que es vital eliminar esos picos puntuales y simplemente con esto disfrutaremos de fuertes ahorros económicos.
Para el caso objeto de estudio, se pudo comprobar que el causante de dichos picos era el accionamiento simultáneo por parte del personal de la empresa de las dos máquinas de aire acondicionado existentes en la instalación. Por culpa de este simple gesto, a priori inofensivo, se pagaban todos los excesos de potencia mensuales.
Con un simple cambio de hábito de trabajo tan simple como conectar una máquina de aire unos 20 minutos después de la otra para hacer que el encendido de ambas no coincidiera en el mismo cuarto de hora, se lograba resolver un problema que, de no tener a SEINON monitorizando, seguramente se hubiera tenido que abordar subiendo considerablemente la potencia contratada, un término a pagar mes a mes.
Este ha sido un ejemplo más de cómo ahorrar con SEINON. En próximos artículos seguiremos ahondando en más casos prácticos.
Atentamente.
El equipo técnico de Global Energos.
Sistema SEINON.
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